Vocación a la vida Consagrada
Por la consagración religiosa nos dedicamos totalmente a Dios, como sentido y culmen de nuestra vida a través de un compromiso público de lo que llamamos consejos evangélicos (castidad, pobreza y obediencia), en una intensa vida de Comunión.
Seguir a Cristo
La norma suprema de la vida cristiana es seguir a Cristo. Como Oblata de Jesús Sacerdote seguimos a Cristo Sacerdote y Víctima amándolo y haciendo que otros los amen.
Cuando Jesús nos llama ¡vale la pena invertir y apostar, vale la pena arriesgar lo que sea necesario!
Dios, Padre te da una oportunidad para trabajar en su viña, junto con su Hijo; te da la oportunidad de formar otros sacerdotes, de trabajar a favor del pueblo sacerdotal para seguir edificando su Iglesia y construir su Reino.
Cuando Jesús te llama ¡vale la pena apostarlo todo, arriésgalo todo!
Si esta inquietud no te es indiferente, las Hermanas Oblatas de Jesús Sacerdote te invitamos a compartir con nosotras nuestro Carisma: «AMAR EL SACERDOCIO DE CRISTO Y HACERLO AMAR»».
Tratamos de hacer de nuestra vida una ofrenda agradable al Padre. ¿Te gustaría responder a Jesús Sacerdote?
Los Sacerdotes y el pueblo sacerdotal, pueblo de Dios, necesitan: tu oración, tu alegría y tu entrega.